Antes de lápiz fui árbol. Un día me talaron y me cortaron en
trocitos y me insuflaron por sangre grafito, dándome vida. Andaba por la vida
con cierto Arte, sin ser pretencioso, dibujando lo bonito; colgando en paredes
los frutos de mis correteos por hojas blancas. Cuando no, me transformaba en
números binarios, la mágica armonía entre el dibujo y las matemáticas, el
Diseño; existía vida.
El día que me puse el Antifaz, fue por tener un personaje de
ficción que hablase, no solo por mi, sino por todos mis amigos; sobre las
barbaries, abusos,… de “la crisis”. Con esto quiero decir que muchos conocen la
persona que hay detrás de la máscara, otros, los nuevos amigos aunque no me
conozcan en carne y hueso; ya se habrán hecho una idea de cómo soy.
Desde el comienzo de estos tiempos oscuros, sombríos y en
que los brotes verdes y las luces del túnel empezaron a ser falsos espejismos
para calmar la sed del sediento, me preguntaba ¿Qué podía hacer yo? ¿Qué puedo
aportar? ¿Cómo?...
Desde un territorio fragmentado y ultraperiférico
comunitario, como nos denominan los caciques que nos gobiernan; nieto de un
encarcelado y represaliado Republicano como herencia recibida a través de
generaciones; hastiado y harto de ver como día tras día “unos cabrones” me
comían un trozo de mi salud, derechos, educación, justicia,… en fin vida;
decidí pasar a la acción.
Globalidad, pensé. Un Blog y un Facebook es el soporte
suficiente para llegar a cualquier parte del mundo y contar lo que está pasando
aquí, España. Esta es la viñeta 365 (un año de viñetas, aunque en realidad el
tiempo es mayor, descanso festivos y fines de semana. Porque quiero y lo hago
gratis) y por las estadísticas de todas las plataformas donde está el Lápiz del
Antifaz, incluido un periódico local llamado “La Voz de La Palma” (con el que
colaboro desinteresadamente y al que estoy enormemente agradecido por la
difusión), esta viñeta probablemente ha sido vista por unas 3.000 personas.
Pensar todas las noches o las mañanas, dibujar, escanear, montar
la viñeta y a veces escribir algo, como mi acción diaria de lucha, crítica o
denuncia social, económica, política o de cualquier índole; subirla a las redes
sociales para compartirlas con los demás, contando a mi manera lo que está
pasando en este País… para luego ver como la entrada en el Facebook apenas
tiene 2 comentarios, 3 me gusta y 1 contenido compartido; comparándola con otra
entrada de un asiático con una cabra en una moto con 875 comentarios, 3.256 me
gusta y compartido 658 veces… me hace pensar, si lo que estoy haciendo tiene
sentido. Pero leo los dos comentarios, veo los 56 seguidores del Facebook y las
1.700 visitas mensuales en el Blog; entonces vuelvo a coger el lápiz hago otra
viñeta y todo vuelve a tomar sentido, esto es una lucha.
A veces soy tan optimista, que llego a pensar en un
archiconocido Lápiz del Antifaz, al que tuviera que dedicar todo mi tiempo y me
diera sustento, mientras espero el comentario de algún amigo. Y mañana otra
viñeta.
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